En el último mes, Panamá ha sido duramente afectado por el COVID-19. Los casos pasaron de cero a más de 1.400 en sólo cuatro semanas y de estos casos, más de 30 personas fallecieron.
En medio de esta crítica situación que afecta al mundo entero, el Canal de Panamá sigue operando, facilitando así el comercio mundial y el transporte de implementos de primera necesidad.
Además la Autoridad del Canal de Panamá(ACP) facilitó el paso del crucero Zandaam, donde se detectaron casos de COVID-19 y se registraron 4 fallecidos. Permitieron así, que los pasajeros que no presentaran síntomas fueran trasbordados, bajo las más estrictas medidas de bioseguridad, al crucero Rotterdam, que también transitó por el Canal.
La razón de esta meticulosa y exitosa operación es simple: Humanitaria. Así, este pequeño, gran país de Centroamérica se ha convertido en un ejemplo a seguir.